La primera película que vi en el cine solo, sin mis padres, fue La Guerra de las Galaxias y aluciné. La intensidad de mi ‘debut cinematográfico’ fue tal que siempre he recordado de carrerilla los nombres de muchos de sus protagonistas: Anakin Skywalker y Darth Vader, que de aquélla eran dos; Luke Skywalker y la princesa Leia – ay, mi arma - Han Solo, Chewbacca, C3PO y R2D2, el emperador Palpatine y Obi Wan Kenobi.
Los mallorquines Shenobi - sin el Obi-Wan y fuerte ‘shesheo’, iniciaron su trayectoria en 2004. El grupo fue fundado por cuatro jovencísimos músicos de Felanitx y Son Servera y, según su propia leyenda, la primera formación estuvo compuesta por Joan (guitarra y voz); Matías (guitarra); Gabri (batería) y Juanan (bajo). En 2008 este último sería sustituido por Fran, actual bajista de Shenobi que ha participado en la concepción y realización del Epòdrom (2010), un segundo disco que distribuye la discográfica catalana B-Core. Y decimos segundo al no computar las dos maquetas embrionarias del proyecto que tituladas respectivamente Shenobi 1 y Shenobi 2 fueron grabadas entre 2005 y 2006. Epòdrom sigue la línea apuntada en Discharges (2008), su álbum de debut. Su sonido está influenciado por grupos como Jawbox, Fugazi, Aina, Shiner, Bluetip, Sunny Day Real Estate o Foo Figthers, es decir, por el llamado ‘sonido Washington D.C.’ o por ese otro geográficamente más cercano que se apretuja entre las referencias editadas por el arriba mencionado sello discográfico barcelonés B-Core.
Su rock guitarrero y contundente ha sido auto-producido, auto-editado, auto-diseñado y auto-empaquetado por ellos mismos y de forma artesanal. Eso sí, para su grabación final en los estudios del Hipódromo de Son Pardo contaron con Joan Rosselló como técnico de sonido y para su mezcla y masterización definitivas con Michael Mesquida (Rec On, Oliva Trencada, Satellites...), dos elementos claves que han garantizado la calidad sonora de un resultado final que ya están presentando en directo.
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